El taller de Pepe...
"Un huerto funcional e inclusivo"
Desde que empezamos a trabajar
hace ya 13 años, hemos salvado muchos obstáculos y hemos tenido que aprender
todos juntos, con aciertos y errores, enfrentándonos al apasionante mundillo de
la horticultura.
Un curso más, las actividades del taller se han llevado a cabo con total
normalidad. El ritmo de trabajo ha sido muy bueno cargado de motivación y
entusiasmo por parte de todos. La experiencia adquirida en cursos anteriores ha
sido la base del éxito, los alumnos manifiestan una gran capacidad para mejorar
las diferentes acciones y técnicas. El conocimiento y el buen control de
las herramientas hacen que el trabajo se lleve haya llevado a cabo con más
eficacia y soltura. Se ha vuelto a detectar en todo el alumnado un avance muy
importante.
Las plantaciones se han controlado bastante bien pudiendo ajustar bien
los tiempos y adaptándonos a las estaciones del año, la climatología y
productos de temporada. La recogida de productos, que les encanta, hace que se
sientan plenamente motivados y más aún cuando sus propias familias pueden
acceder y beneficiarse de los mismos.
Pequeño resumen anual:
A pesar de la pandemia hemos tenido un curso intenso, lleno de trabajo,
mejoras y satisfacciones. Podíamos igualmente calificarlo de fructífero por
hacer referencia a nuestros objetivos con una terminología propia de la
huerta. El curso comenzó bien, con
un montón de limones y aceitunas colgando en nuestros árboles; el terreno nos
lo encontramos bien, exento de malas hierbas y pronto nos pusimos “manos a la
obra”. Después de regar bien el terreno lo aporcamos y pasamos el
motocultor. Un año más accedimos a
los invernaderos de la zona para adquirir las plantas y trazamos bien los
caballetes para comenzar cuanto antes a plantar los puerros, cebollas, lechugas
y acelgas. Desde el primer día se detectaba que el alumnado poseía un nivel
importante respecto a cursos anteriores, más seguridad y autonomía
laboral. Este curso tuvimos un
otoño con pocas lluvias, algo de frío pero pocas heladas; dándonos tiempo
suficiente para realizar semilleros, sembrar “a chorrillo” y comenzar
tranquilamente con la siembra de los ajos y habas.
Para cuando llegó el frío de verdad, ya teníamos preparados los
semilleros de espinacas, esto les gusta y es un tiempo funcional para avanzar
en nuestra casita de madera. Decidimos
poner en marcha cuanto antes el invernadero, allí todo crece más deprisa y
cubrimos las actividades de limpieza del terreno y recogida del producto, este
curso espinacas, acelgas y puerros. Pusimos
en marcha las mesas de cultivo; en esta ocasión con espinacas y fresones. Ha
sido todo un proceso que ha permitido acercarnos a la una huerta escolar
accesible y cercana para los críos con menos nivel y más dificultades de
aprendizaje Nuestras plantaciones crecían por semanas, tuvimos que aprender a atar
bien las lechugas, cortar las espinacas, arrancar los puerros y cebollas; en fin,
que no hemos parado.
CONTANDO SEMILLAS
La primavera llegó envuelta en lluvias y a vuelta con las plantaciones
propias de esta época: semilleros de judías y recolecta de habas. Apenas
arrancábamos el fruto y otra vez a preparar el terreno, aporcar y sembrar. Las
familias y todo el mundo contento con nuestros productos, las bolsas con
productos han ido de aquí para allá de diario y no ha faltado el euro como
donativo.
Hemos crecido mucho con nuestras
publicaciones en la Red de Facebook (Pepe Romero huerto).
Por esta vía subimos semanalmente fotos y pelis… todo el mundo nos conoce, nos
valora y siguen con admiración lo que hacemos, al tiempo nos llegan los
pedidos de productos, al tiempo que comentarios divertidos y
gratificantes.
Los calores se retrasaron este año, aunque
todo se desarrolló con cierta normalidad, tuvimos que correr para poner las
patatas, las judías verdes y calabacines antes de Semana Santa. Cuando nos quisimos dar cuenta se empezaron a
secar los ajos, había que arrancarlos, las patatas rompían la tierra y por fin
llegaron las judías y los calabacines.
¡Qué acierto tuvimos al preparar
la pérgola! Cuando hace mucho calor nos beneficiamos de este entorno; lugar
donde embolsamos los productos, limpiamos, trenzamos los ajos y nos tomamos
unos refrescos. Hemos visto llegar el final
de curso cogiendo las fresas, paraguayos y melocotones rojos. Los últimos
días arrancamos las últimas matas y en particular los calabacines porque si por
ellos fuera…. seguirían dando fruto todo el verano y ahora toca descansar.
VALORACIÓN FINAL:
Un año más el taller de
horticultura ha podido autofinanciarse gracias a los donativos percibidos. El
pequeño superávit conseguido será imprescindible para iniciar un nuevo
curso.
Siempre fieles a nuestro lema … ¡¡¡¡¡
Velar por un
huerto especial y sostenible!!!!!!
Pepe Romero, maestro del taller.